Los huevos benedict es un plato muy típico de brunch. Existen muchas variaciones de esta receta y se puede preparar con diferentes tipos de base. Muchos eligen la vía más fácil de usar una simple tostada de pan. Sin embargo, la receta original tiene como base los que se llaman muffins ingleses, unos panecillos redondos que se pueden preparar en una sartén.
Cuando empecé a buscar una receta, encontré muchísimas, pero fue más complicado encontrar una versión que fuera saludable. Finalmente encontré la receta que aparece en el blog Feathers in Our nest. Probé primero la versión tal y como aparece en el blog, y el resultado fue excelente. Sin embargo decidí probar una versión vegana y cambié la mantequilla con aceite de coco y la miel con jarabe de arce. El resultado han sido estos muffins ingleses saludables y personalmente no noté mucha diferencia entre las dos versiones.
Además, otra cosa que cambié de la receta original fueron las cantidades de los ingredientes para obtener una cantidad inferior de muffins. Aún así suelo tener unos 6 muffins y, los que me sobran el día que los prepare los abro por la mitad y los guardo en el congelador. De esta forma, cada vez que me apetece uno, lo saco del congelador y lo pongo directamente en la tostadora. La textura se mantiene perfecta y son la solución ideal para esos días que me quedo sin inspiración para un desayuno, un brunch o una merienda.
De hecho, estos muffins ingleses saludables no son solo lo ideal para preparar una versión saludable de huevos benedict, sino que también son perfectos como mini-bocadillos o simplemente como una tostada que puedes disfrutar en versión salada o dulce.
Y por cierto, igual te interesa saber que, por tradición, los muffins ingleses hay que partirlos con un tenedor y no con un cuchillo. De esta forma se consigue una textura rugosa que se vuelve crujiente cuando se tuestan y, además, ayuda a atrapar bien la mantequilla y las conservas.
Cantidad 6 muffins
45 minTiempo de preparación
45 minTiempo total
Ingredientes:
Preparación:
- Combina 1 taza de harina, ¼ de cucharadita de sal, 1 cucharadita y media de levadura y mézclalo todo bien.
- En otro bol combina ½ taza de agua templada, ¼ de taza de leche vegetal y 1 cucharadita de jarabe de arce. Mézclalo todo.
- Vierte los ingredientes líquidos en el bol con los ingredientes secos y remueve con una espátula hasta obtener una masa casi líquida.
- Tapa el bol con un paño de cocina y deja reposar la masa durante una hora.
- Pasada la hora, añade la otra taza de harina y 1 cucharada y media de aceite de coco líquido no caliente.
- Mezcla bien hasta obtener una masa que ya no sea pegajosa.
- Espolvorea una superficie plana con sémola y estira la masa para alcanzar un espesor de alrededor de 1,5 cm. Yo la estiro con las manos.
- Espolvorea la superficie con más sémola.
- Con la ayuda de un molde o de un vaso, corta la masa en círculos (o de la forma que prefieras) hasta que acabes la masa.
- Vuelve a tapar los muffins y déjalos reposar durante una hora y media.
- Calienta una sartén y déjala a fuego medio sin añadir ningún tipo de grasa.
- Coloca los muffins, tapa la sartén y déjalos cocinar.
- Cuando el primer lado esté bien hecho, casi algo quemado, dale la vuelta a los muffins.
- Vuelve a tapar la sartén y espera que el otro lado se cocine también.
- Déjalos enfriar un poco, ábrelos con un tenedor y tuéstalos antes de servirlos.
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